
Bien, me siento
rara. Hace poco más de dos semanas vengo haciendo
dieta (Qué palabra tan familiar y conocida para mi vocabulario). Bien, creo que es un
buen paso. Lo malo,
como siempre, es que
no noto cambios. Pero mamá no deja de preguntarme
cuándo pienso comer. Mamá, no como porque
simplemente mi estómago no me lo pide.
Sabé eso. No quiero
meter comida en mi estómago si
en realidad no la necesito...
(Sé que es así.) Creo que tendría que empezar a hacer gimnacia... (Qué va,
siempre lo digo y
nunca lo hago.
ODIO mi
falta de voluntad). También odio cuando mi viejo viene y me dice
"Si hicieras ejercicio, ya estarías flaca", guarda, porque
habló el físicoculturista. Sabé, papá, que eso
me deprime aún más, porque
querés decir que así
nunca voy a llegar a
mi objetivo... mi
tan anhelado objetivo (Sí,
creo que ya mencioné que
ése es mi único
problema importante). Como esa vez,
hace mucho, que comenté que
quería aprender Hockey, y
muy forramente me
dijiste algo como
"Ese deporte es para flacas". No... qué se yo,
todo bien, si. Era el
único deporte que
me llamaba la atención, y... bueno, no pasa nada. Igual
no lo olvidé,
quiero que lo sepas.
En definitiva, odio mi cuerpo. Demasiado. Mucho. Me hace sentir insegura de mi misma, y de mis actos. A veces pienso que no se lo toman en serio. Y creo que si no como, es por algo. ¿No?
Nota: No estoy loca. No voy a salir corriendo a vomitar el inodoro. Soy lo suficientemente cuerda como para no hacerlo.
2 comentarios:
Me asusto ese post, no hagas locuras u__u
Dije que soy suficientemente cuerda ._. JAJAJA, Patecín u.u.
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