Hoy cumplís cuarenta y tres años. Quince de los que ya no estás, pero que de todas formas permaneces en la memoria de todos, sin importar cuánto tiempo pasó desde que te fuiste.
No me conoceré todas las canciones de Nirvana, no me sabré de memoria todas las letras, y tampoco sabré de arriba a abajo toda tu biografía. Pero lo que sí hago, es reconocer la persona que fuiste y sos. Y te admiro. A pesar de las subidas y bajadas que tuvo tu vida, te admiro.
Porque cuando escucho tus canciones, me dan esas ganas de moverme, de haber podido vivir esa época, de haber tenido la oportunidad de ir a un recital de ustedes. Me dan ganas de volver el tiempo atrás, y haber hecho lo imposible para evitar todo lo que pasó. Me dan ganas de tener una banda, como la tuviste vos. Me dan ganas de muchas cosas. Y esas cosas, no se sienten con cualquier banda.
Vos, con tu música y todo, lograste llenar los corazones de miles de adolescentes que les tocaba vivir un montón de cosas. Y sos un icono, un ídolo, un ejemplo para muchos.
Puede que diga lo mismo que muchos otros. O puede que no, en realidad. Pero creo que la intención es lo que cuenta. Y desde acá, era lo único que podía hacer.
Cada vez que leo la frase "Es mejor quemarse, que disolverse lentamente", me quedo pensando. Y me hace sentir rara...
Felíz cumpleaños, Kurt Donald Cobain.
Por siempre en nuestros corazones. Donde quiera que estés.
"Las estrellas están ahí, sólo debes mirarlas."
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