Tomaste mi mano, me mostraste cómo eras. Me prometiste que siempre estarías a mi lado. Tomé tus palabras y creí en todo lo que me decías. Porque decías: 'Para siempre, y por siempre'. ¿Quién lo sabía? Desearía poder tocarte otra vez, desearía poder llamarte todavía 'amigo'. Daría cualquier cosa. Te tendré en mi mente hasta que nos volvamos a encontrar.
Y nunca te olvidaré, mi amigo.
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